Piel sana
Piel sana

Piel sana

La piel es un  órgano que requiere la activación y regulación celular para lograr su salud. En general y sólo cuando está libre de trastornos, esta regulación celular se mantiene de forma natural hasta los 9 o 10 años de vida. Por tanto, con el fin de sanarla y mantener su salud en el tiempo es fundamental tratarla íntegramente a nivel celular considerando todos sus aspectos como: trastornos de pigmentación (melasma, fotoenvejecimiento, léntigos, hipopigmentación, hiperpigmentación), exceso de grasa, trastornos de textura (cicatrices, arrugas, poros dilatados), envejecimiento, daño solar, rosácea, acné, etc.

En Lidia Pérez dermatólogos se elaboran programas médicos de restauración y mantenimiento de la salud de la piel, de su función celular y de la mejora de su capacidad de tolerancia. Se pretende con ellos mejorar la calidad general de la piel, su integridad, su vitalidad y su idoneidad para cualquier otro procedimiento.

Los protocolos médicos de tratamiento de salud de la piel se personalizan para cada paciente  en función las características de su piel (pH, secreción sebácea, poros, enfermedad, grosor, elasticidad, estado de la función barrera, etc) siguiendo un método estandarizado, utilizando agentes tópicos concretos y aplicando protocolos innovadores basados en la investigación científica y la experiencia clínica dermatológica.

A diferencia de muchos productos anti-envejecimiento comercializados actualmente cuyos ingredientes no se han demostrado eficaces para mantener la piel sana, o se administran en baja concentración, o sus moléculas son demasiado grandes para penetrar en la piel y alcanzar el objetivo previsto, los aplicados en los protocolos médicos de Lidia Pérez dermatólogos se basan fundamentalmente en derivados de la vitamina A (tretinoína y retinol), hidroquinona (HQ), antioxidantes, agentes de reparación del ADN, agentes anti-inflamatorios, factores de crecimiento, etc. que empleados a determinadas concentraciones han demostrado proporcionar actividad intracelular, efecto terapéutico, beneficios anti-inflamatorios, activación de la función celular y mejora de la función de barrera.

Los planes de tratamiento médico se definen en función del grado inicial de salud de la piel del paciente y se adaptan en intensidad  al grado de disposición que el paciente considere que puede cumplir.

Son necesarias revisiones de seguimiento con la frecuencia adecuada en función del grado de intensidad en la fase de tratamiento intensivo o en la fase de mantenimiento de salud de la piel.