Dermatólogo

Fuente: AEDV  http://aedv.es/

¿De qué se ocupa un especialista en dermatología?

El dermatólogo se ocupa especialmente:

del estudio de la piel al mismo tiempo que del pelo, las mucosas y las uñas;

también del diagnóstico, prevención, la recuperación de la normalidad cutánea y de la calidad de vida de los pacientes.

Por otro lado, se ocupa también de la dermocosmética (higiene, apariencia y protección de la piel y el cabello);

y por supuesto del cuidado de la piel sana.

Dermatología cosmética

El dermatólogo se ocupa tam­bién del cuidado de la piel sana, la prevención del envejeci­miento prematuro y el tratamiento de la piel fotoenvejecida para mejorar su aspecto, recomendando los cosméticos y téc­nicas más adecuadas para cada tipo de piel: peeling, toxina botulínica, rellenos (ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, etc), láser, etc.

Es el especialista que mejor co­noce y entiende el proceso de envejecimiento cutáneo, por lo que le permite un abordaje global:

de las irregularidades en superficie (manchas, pérdida de luminosidad);

de las arrugas (en reposo o movimiento);

también de la pérdida o caída de volúmenes;

la irregularidad cosmética, ya sea facial o corporal

así como de las cicatri­ces (cualquiera que sea su causa), estrías, flacidez…

Dermatología pediátrica

Debido a la especial constitu­ción de la piel de los niños, existen enfermedades dermatológicas pro­pias de la infancia.

Por esta razón son difíciles de reconocer para el médico no especialista.

Dermatopatología

El dermatólogo combina los hallazgos micros­cópicos de la biopsia cutánea con la información clínica para seleccionar  las terapias más apropiadas.

La correlación clínico-patológica y, por tanto, la colaboración del dermatólogo con el patólogo, es fundamental para establecer un diagnóstico.

Fotobiología

Investiga nuevos tratamientos y métodos diagnósticos para aquellas enfermedades dermatológicas en cuyo desarrollo  la luz  -especialmente la solar- es un factor determinante.

Micología

Se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las infecciones de la piel, mucosas, pelos y uñas causadas por los hongos y las levaduras, tanto autóctonos como importados.

Tricología

Abarca la investigación básica, técnicas de diag­nóstico clínico, terapéutica médica y cirugía del cuero cabe­lludo y también aspectos cosméticos del pelo.

El especialista adecuado para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del pelo y su prevención es el dermatólogo.

En ocasiones, la observación de determinadas alteraciones del cabello puede ayudar en el diagnóstico de enfermedades internas.

Biopsia

Consiste en la extirpación y examen microscópico de un fragmento de piel con el fin de establecer un diagnóstico lo más exacto posible.

Se realiza en la mayoría de los casos  bajo anestesia local.

En ocasiones es preciso dar algún punto de sutura para facilitar el cierre de la herida quirúrgica.

Microscopio confocal

Se suele conocer también como biopsia virtual.

Se realiza mediante un microscopio óptico que incluye como fuente de luz un láser y un sistema electrónico que ayuda a la captación de imágenes de la piel en tiempo real.

Debido a que no es invasivo, es especialmente útil cuando hay dudas sobre el carácter benigno o maligno de una lesión cutánea.

Diagnóstico con fotografía de fluorescencia

Tipo de fotografía con flashes que emiten luz en el rango ul­travioleta.

Acoplados a una cámara, permiten registrar la fluo­rescencia emitida por determinados tipos de tejidos.

Se emplea tras la aplicación de una crema fotosensibilizante.

Utilizada espe­cialmente para ayudar al clínico a delimitar bordes de lesiones tumorales y detectar recidivas de tumores.

Luz de Wood

Utiliza la radiación ultravioleta de onda larga para estimular, sin preparación previa, la fluorescencia caracte­rística de ciertas enfermedades:

permite delimitar lesiones de vitíligo, profundidad de melasma, detectar ciertas infecciones cutáneas, etc.

Dermatoscopia

Es una técnica no invasiva e indolora que se emplea para examinar lesiones de la piel, especialmente  luna­res y cáncer de piel.

Emplea un equipo óptico particular deno­minado dermatoscopio, que ayuda a determinar estruc­turas y características de las lesiones cutáneas que no son apreciables a simple vista para decidir  cuáles de ellas requieren biopsia o extirpación.

Existen equipos que permiten realizar un registro digital muy útil para el seguimiento periódico de lesiones cutáneas.

Ecografía cutánea

Consiste en la aplicación de ultrasoni­dos para determinar características de las lesiones de la piel, como su profundidad,  forma, contenido o tamaño.

No es una técnica de uso habitual, pero en numerosas ocasiones permite seleccionar más adecuadamente el mejor tratamiento a realizar.

Fotobiología (simulador solar)

Reproduce las radiacio­nes de la luz solar de forma similar a la radiación natural para intentar inducir la aparición de determinadas enfermedades cutáneas directamente relacionadas con la luz del sol.

Pruebas de alergia

Se trata de test epicutáneos en los que se aplican sobre la piel, durante un periodo de tiempo determinado, unos parches con las sustancias sospechosas de causar la alergia.

El diagnóstico de las alergias de la piel es muy complejo y debe tener en cuenta detalles propios del paciente como la edad, la ocupación o las aficiones.

Toma de muestras para examen directo

El examen de escamas o cabellos al microscopio es un método sencillo y rápido que ayuda al dermatólogo a detectar determinadas  infecciones.

El estudio del exudado de las lesiones (citodiagnóstico) puede ser muy útil en el diagnóstico de enfermedades de transmisión sexual, enfermedades ampollosas,  infecciosas e incluso tumores.

Fototerapia

Utiliza la radiación no ionizante para el tra­tamiento de diferentes enfermedades de la piel tales como la psoriasis, la dermatitis atópica, el vitíligo o los linfomas cutáneos.

Con­siste en la exposición a rayos ultravioleta B (UVB), a rayos ul­travioleta A (UVA) o a combinaciones de ambos.

Si se utiliza conjuntamente con un fármaco fotosensibilizante, recibe el nombre de fotoquimioterapia (PUVA).

Laserterapia

Consiste en la utilización de fuentes de luz (láseres o luz pulsada) para:

depilar, tratar arrugas, rejuveneci­miento, estrías, cicatrices, angiomas, varices, rosácea, verrugas, manchas, tatuajes, tumoraciones benignas, lesiones solares…

Funciona emitiendo un intenso haz de luz que con­centra gran cantidad de energía en un punto.

Según la lesión a tratar se selecciona un tipo de fuente de luz específico.

Iontoforesis 

Es un método de administración de medi­camentos que usa una corriente eléctrica para conducir moléculas cargadas a través de membranas biológicas.

En dermatología se usa sobre todo para el tratamiento de la hiperhidrosis o sudoración excesiva.

Infiltraciones

Inyección de sustancias para conseguir que el fármaco llegue directamente a donde se precisa.

En fun­ción del fármaco empleado, permite tratar cicatrices, verru­gas o incluso la alopecia areata.

También se utilizan infiltraciones de plasma para rejuvenecimiento, alopecia, úlceras o heridas.

En dermocosmética permiten aplicar sustancias de relle­no o fármacos como la toxina botulínica para reducir las líneas de expresión y atenuar el gesto.

También se pue­de utilizar el propio tejido graso del paciente.

Se trata de un procedimiento muy seguro y eficaz cuando es realizado por un experto.

Peelings químicos

Procedimiento que favorece la renova­ción de las capas superficiales de la piel mediante la aplica­ción de soluciones químicas.

Suele usarse con fines cosméti­cos para el tratamiento del envejecimiento cutáneo, manchas, arrugas, acné o cicatrices.

También puede emplearse para el tratamiento y prevención del cáncer de piel.

Dermabrasión y microdemabrasión

Fricción de la piel con un instrumento abrasivo que quita capas externas de la piel y la alisa, apareciendo una piel nueva que sustituye a la anterior.

Esta técnica se utiliza para tratar cicatrices, manchas y daño solar.

La microdermabrasión es una variante más su­perficial de esta técnica y se puede utilizar conjuntamente con otros tratamientos para el rejuvenecimiento facial.

Terapia fotodinámica

Es una técnica empleada en el tra­tamiento del cáncer que utiliza el ácido metil-aminolevulínico o ácido levulínico.

Se aplica en crema y después una lámpara con un tipo específico de luz para eliminar las célula satípicas.

También ha sido empleada para otras en­fermedades dermatológicas y en rejuvenecimiento.

Cirugía dermatológica 

Es fundamental en el tratamien­to de algunas enfermedades y aspectos cosméticos de la piel, del pelo, de las uñas y de las mucosas.

Incluye todos los mé­todos quirúrgicos, reconstructivos y cosméticos necesarios para este fin.

Con la cirugía dermatológica también se extirpan los tumores cutáneos benignos y malignos.

Electrocirugía

Utiliza la radiofrecuencia sobre los tejidos para producir el corte, desecación, coagulación o fulguración (esta última se produce a distancia, sin necesidad de contac­to directo con el tejido).

Es útil para el tratamiento rápido de lesio­nes benignas o malignas o como instrumento intraoperatorio para realizar hemostasia.

Fotoféresis

Consiste en la extracción de sangre del pacien­te, su posterior irradiación con luz ultravioleta y la reintroduc­ción con el objetivo de modular los linfocitos.

Maquillaje corrector

Técnicas de maquillaje específicas con productos altamente cubrientes para camuflar las aIteracio­nes en color o en superficie (cicatrices, asimetrías).